domingo, 8 de septiembre de 2013

LIZARD - DORADO x DORADO
Piero Fanfani 

He encontrado este interesante artículo en la página web del  Lizard Canary Club Italiano. Este artículo apareció en diciembre de 1994 y su autor es Piero Fanfani. A pesar de su antigüedad me parece de total vigencia. 
 
         Me inicié en la cría del Lizard en 1982, y al comienzo no perdía ocasión para preguntar a jueces y aficionados las más diversas cuestiones sobre este canario, a fin de aprender lo más rápido posible.
         De todos ellos recibí siempre la recomendación de acoplar dorado X plata y nunca emparejar dorado X dorado o plata X plata, pues corría el riesgo de arruinar mi criadero introduciendo defectos que luego era difícilmente eliminables.
         Se decía que acoplando dorado X dorado los jóvenes obtenidos serían de talla más pequeña, la cabeza menuda y afilada, con el plumaje corto y escaso, sin que hubiese ninguna mejora en lo que se refiere a las características de las escamas.
         Con plata X plata habríamos tenido un plumaje muy abundante, escamas demasiado grandes y un color de fondo descolorido. Con estas premisas evité salirme de los cánones establecidos, evitando estos emparejamientos prohibidos.
         En 1987 mi socio G.P. Falchini emparejo dos ejemplares dorados. Quedamos sorprendidos por las características de los jóvenes  que superaban nuestras expectativas, desde el punto de vista de obtener ejemplares adecuados para compensar y reequilibrar eventuales carencias o defectos de los Lizard obtenidos con los acoplamientos clásicos.
         Observamos que la mayor parte de los jóvenes obtenidos, después de la muda mantenían un plumaje muy adherido y brillante, totalmente intenso sin ningún signo o traza de nevado; el color de fondo, amarillo muy intenso, resaltaba con el color del dorso. Las escamas tendían a reducirse notablemente y en algunos casos, como se acostumbra a decir, parecían “granos de arroz”. La alineación de las escamas también era buena.
         Lizard dorados que, efectivamente, lo que había sido afectado era la talla y también la bella cabeza grande y redonda, que ya no era así. Por otra parte, Falchini vislumbra con razón que se pueden evaluar los elementos positivos con los se espera tener en el futuro buenos resultados en la trasmisión y compensación de las características que caracterizan a un buen Lizard. Para evitar el inconveniente de la pequeña talla (especialmente en las hembras) los ejemplares elegidos se echaban a criar en el segundo año de vida, porque en el primer año las hembras tienden a poner huevos más pequeños de lo normal. Los ejemplares nacidos de estas hembras más pequeñas se cruzaban al año siguiente con el acoplamiento tradicional (dorado X plata).
         Las expectativas no tardaron en cumplirse y en los años sucesivos las mejoras en el plumaje y en las escamas, más allá del  factor intenso, fueron evidentes.
         Para nosotros era importante hacer desaparecer o reducir la nevazón que hay en los dorados, defecto que, mirando en las exposiciones, es bastante frecuente. Otros criadores, en años posteriores, han realizado este tipo de acoplamientos, pero raramente han obtenido resultados apreciables. Pienso que este fracaso puede atribuirse al hecho de que, para estos experimentos, los criadores han utilizado los ejemplares peores y esa debe ser la causa que ha hecho fracasar este tipo de emparejamientos.
         Desde el inicio de estos acoplamientos, mi socio y yo habíamos elegido uno de los mejores machos dorados del criadero (nacido ese año y con buena talla) y lo hemos emparejado con la mejor hembra dorada, adulta, de dos o tres años, con gran cabeza, talla adecuada  pero con plumaje no del todo correcto debido a que era demasiado abundante. Casi todos los años hemos continuado con este sistema utilizando una sola pareja. Del emparejamiento de dorado X dorado es posible obtener, aunque muy raramente, Lizard plata, que se caracterizan por el plumaje adherido y compacto y por la acentuada carga eumelánica, presente sobre todo en las rémiges y timoneras (plumas largas de las alas y la cola).
         Con una hembra plata nacida del cruce de dorado X dorado conseguí el 3º puesto en el Campeonato Italiano de Rimini en 1991. El 2º puesto del Campeonato Internacional de Reggio Emilia lo conseguí con la misma hembra. El Campeón Italiano de 1993 en Rímini era una hembra que procedía de un macho nacido de dorado X dorado y una hembra plata.
 
         Para terminar, puedo dar testimonio, aunque nunca lo he probado personalmente, que echando plata X plata se puede conseguir pollos jóvenes de una calidad discreta.
         Tal acoplamiento se ha usado en Inglaterra para aumentar la talla de la raza; con este acoplamiento solo se obtienen Lizard nevados.
         Recuerdo que hace unos años, un experto criador tenía solo cinco Lizard plata y decidió hacer dos parejas. La primera pareja estaba formada por ejemplares con plumaje cerrado (apretado) y buenas escamas: nacieron dos pollos verdaderamente apreciables, de una gran calidad. Los dos tenían buenas escamas y buen plumaje y, lo que más me sorprendió, con un color de fondo muy cálido. Eran dos ejemplares con gran cantidad de eumelanina en las rémiges y timoneras.
         Los de la segunda pareja eran feos, con escamas no alineadas y demasiado grandes. El plumaje estaba levantado en todas las partes del cuerpo.
         Puedo concluir que en los dos tipos de acoplamiento intenso X intenso y nevado X nevado es necesaria una selección aún más precisa de los reproductores.

 

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