viernes, 12 de abril de 2013

THE LIZARD CANARY.
John Robson. 1911.
 (5ª parte) 
En este sorprendente libro de hace más de un siglo, se escribe sobre el canario Lizard con una profundidad y una seriedad como pocas veces he leído. El libro es de una tremenda actualidad. 
 
CRIA
 
Aunque se considera difícil de criar un Lizard perfecto, no es más que criar ejemplares perfectos de cualquier otra raza. De hecho, pensamos que hay mucho entusiasmo al comenzar a criar esta interesante variedad, porque sus características principales están perfectamente determinadas y se sabe lo que se tiene que criar. El criador no tendrá problemas a la hora de encontrar parejas adecuadas para la reproducción,  pero encontrará pájaros con marcas correctas e intentará en vano su reproducción y se encontrará con muchos resultados inexplicables que suelen aparecer cuando se crían razas seleccionadas de canarios.  En la mayoría de los casos de una buena pareja de Lizards obtendrá Lizards con corona y lentejuelas de una buena calidad ya que se viene trabajando desde hace mucho tiempo en una dirección constante de perfeccionamiento. En efecto, teniendo en cuenta el número relativamente pequeño de criadores de Lizard y los pocos pájaros criados, creemos que el porcentaje de pájaros expuestos de calidad es muy superior al que se encuentra en cualquier otra variedad, un punto digno de destacar para cualquier criador que esté indeciso sobre que variedad puede empezar a criar.

Los principios generales que deben orientar al criador en la selección de sus ejemplares y su posterior gestión se desprenden de nuestro capítulo de “cría de líneas puras”. La importancia de la rigidez y exigencia al comienzo es manifiesta. Los padres seleccionados  deben ser lo más perfectos posible en todos los aspectos y deben ser adquiridos a un criador que tenga una línea fiable. Hemos dicho que deben ser lo más perfectos posible en todos los puntos, pero recuerde que los más importantes son las escamas y el color oscuro de todas las partes del cuerpo (ausencia de plumas claras). Estas cualidades deben mantenerse y al mismo tiempo evitar el deterioro del casco, pues de lo contrario tendremos aves con cascos imperfectos. Desgraciadamente hay una tendencia a la degeneración del caso y por tanto hay necesidad de extremar las precauciones para que esto no ocurra, nosotros consideramos que el casco completo es el producto de una cría cuidadosa y no el resultado de algo innato a esta raza. Es la característica menos constante y la más difícil de gestionar. A veces está presente en exceso, en otras de forma muy imperfecta, y no es raro que falte totalmente. Su carácter errático es una prueba suficiente de haber sido originalmente una cosa pintoresca y ocasional,  aprovechada al máximo, y su presencia no es más sorprendente para nosotros que el moño blanco sobre negro que tienen ciertas aves de Polonia. Cualquier característica puede ser fijada por selección, aunque puede llevar tiempo y ser difícil, el desarrollo de características nativas es más fácil que las de aquellas que no lo son, pues estas últimas tienen tendencia a volver a su forma original incluso bajo la cría y selección más cuidadosa.

Unas pocas instrucciones específicas serán suficientes para guiar  a los criadores en los acoplamientos adecuados para mantener y mejorar su línea. Emparejar siempre Oro con Plata es una regla esencial. La conveniencia de saltarse esta regla de vez en cuando y de forma ocasional es cuando las calidades de la pluma y del color están involucradas, aunque también concierne a la calidad de las escamas.  La ganancia que se puede obtener del acoplamiento de dos ejemplares oro está en la mejora del color y la luminosidad de las escamas; el inconveniente en la disminución del tamaño de las escamas, la aparición de plumas no bien compactas, y consiguientemente la falta de regularidad en la colocación de las escamas. Aves indecisas en el carácter de su plumaje deben ser acoplados consecuentemente; por ejemplo un ejemplar de color oro mate, que tiene una franja marginal blanca, debe ser emparejado con un amarillo oro, no con un plata, que probablemente hiciese aumentar más el defecto. Los máximos problemas a la hora de realizar los acoplamientos se encuentran con estos ejemplares indecisos o no bien tipificados. Los ejemplares oro, además de intensificar el color, estrechan las plumas, y es por lo que está muy indicado para mejorar las plumas demasiado nevadas o con franjas laterales claras. Y no es solamente que se deben utilizar para restaurar el plumaje, sino también para restablecer el equilibrio en todos los aspectos del plumaje.

Hay que emparejar aves que sean lo más oscuras posible. En el sistema de trabajo este tiene que ser uno de los principios fundamentales. Recuerde que pluma oscura significa escamas oscuras, y que el Lizard se va aclarando con rapidez con el paso del tiempo. El pájaro con pico claro, patas claras y uñas claras  frecuentemente tiene más cosas claras. Los acoplamientos se deben hacer buscando un equilibrio entre las buenas cualidades – un problema que no es de fácil solución. En la práctica, la teoría de la concentración la resuelven los buenos criadores teniendo dos buenas líneas en todos los aspectos,  pero una con unas escamas muy buenas y otra con un buen casco. De la unión de ambas obtienen ejemplares de muy alta calidad. Pero como la experiencia ha mostrado que el casco es la característica más variable e impredecible, nunca dude en emparejar unos pájaros, que aunque sean deficientes en el casco, o incluso que no tengan casco, si los buenos cascos se han producido en esa cepa. Una cara calva (cara con plumas claras) aunque está conectada con el casco, es en realidad un estado defectuoso de las plumas del cuerpo, generalmente acompañada de otros defectos, y es indicativo de una disposición a que crezcan plumas claras en lugar de oscuras. Estos pájaros no se deben utilizar para la reproducción a menos de que haya otras muy buenas razones.

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