THE LIZARD CANARY.
John Robson. 1911.
(5ª parte)
En este sorprendente libro de hace más de un siglo, se escribe sobre
el canario Lizard con una profundidad y una seriedad como pocas veces he leído.
El libro es de una tremenda actualidad.
CRIA
Aunque se considera difícil de criar un Lizard perfecto, no es más que criar ejemplares perfectos de cualquier
otra raza. De hecho, pensamos que hay mucho entusiasmo al comenzar
a criar esta interesante variedad,
porque sus características principales
están perfectamente determinadas y se sabe lo que se tiene que criar. El
criador no tendrá problemas a la hora de encontrar parejas adecuadas para la
reproducción, pero encontrará pájaros
con marcas correctas e intentará en vano su reproducción y se encontrará con
muchos resultados inexplicables que suelen aparecer cuando se crían razas
seleccionadas de canarios. En la mayoría
de los casos de una buena pareja de Lizards obtendrá Lizards con corona y
lentejuelas de una buena calidad ya que se viene trabajando desde hace mucho
tiempo en una dirección constante de perfeccionamiento. En efecto, teniendo en
cuenta el número relativamente pequeño de criadores de Lizard y los pocos
pájaros criados, creemos que el porcentaje de pájaros expuestos de calidad es
muy superior al que se encuentra en cualquier otra variedad, un punto digno de
destacar para cualquier criador que esté indeciso sobre que variedad puede
empezar a criar.
Los principios generales que deben orientar al criador en la selección
de sus ejemplares y su posterior gestión se desprenden de nuestro capítulo de
“cría de líneas puras”. La importancia de la rigidez y exigencia al comienzo es
manifiesta. Los padres seleccionados
deben ser lo más perfectos posible en todos los aspectos y deben ser
adquiridos a un criador que tenga una línea fiable. Hemos dicho que deben ser
lo más perfectos posible en todos los puntos, pero recuerde que los más
importantes son las escamas y el color oscuro de todas las partes del cuerpo
(ausencia de plumas claras). Estas cualidades deben mantenerse y al mismo
tiempo evitar el deterioro del casco, pues de lo contrario tendremos aves con
cascos imperfectos. Desgraciadamente hay una tendencia a la degeneración del caso
y por tanto hay necesidad de extremar las precauciones para que esto no ocurra,
nosotros consideramos que el casco completo es el producto de una cría
cuidadosa y no el resultado de algo innato a esta raza. Es la característica
menos constante y la más difícil de gestionar. A veces está presente en exceso,
en otras de forma muy imperfecta, y no es raro que falte totalmente. Su
carácter errático es una prueba suficiente de haber sido originalmente una cosa
pintoresca y ocasional, aprovechada al
máximo, y su presencia no es más sorprendente para nosotros que el moño blanco
sobre negro que tienen ciertas aves de Polonia. Cualquier característica puede
ser fijada por selección, aunque puede llevar tiempo y ser difícil, el
desarrollo de características nativas es más fácil que las de aquellas que no
lo son, pues estas últimas tienen tendencia a volver a su forma original
incluso bajo la cría y selección más cuidadosa.
Unas pocas instrucciones específicas serán suficientes para guiar a los criadores en los acoplamientos
adecuados para mantener y mejorar su línea. Emparejar siempre Oro con Plata es
una regla esencial. La conveniencia de saltarse esta regla de vez en cuando y
de forma ocasional es cuando las calidades de la pluma y del color están
involucradas, aunque también concierne a la calidad de las escamas. La ganancia que se puede obtener del
acoplamiento de dos ejemplares oro está en la mejora del color y la luminosidad
de las escamas; el inconveniente en la disminución del tamaño de las escamas,
la aparición de plumas no bien compactas, y consiguientemente la falta de
regularidad en la colocación de las escamas. Aves indecisas en el carácter de
su plumaje deben ser acoplados consecuentemente; por ejemplo un ejemplar de
color oro mate, que tiene una franja marginal blanca, debe ser emparejado con
un amarillo oro, no con un plata, que probablemente hiciese aumentar más el
defecto. Los máximos problemas a la hora de realizar los acoplamientos se
encuentran con estos ejemplares indecisos o no bien tipificados. Los ejemplares
oro, además de intensificar el color, estrechan las plumas, y es por lo que
está muy indicado para mejorar las plumas demasiado nevadas o con franjas
laterales claras. Y no es solamente que se deben utilizar para restaurar el
plumaje, sino también para restablecer el equilibrio en todos los aspectos del
plumaje.
Hay que emparejar aves que sean lo más oscuras posible. En el sistema de
trabajo este tiene que ser uno de los principios fundamentales. Recuerde que
pluma oscura significa escamas oscuras, y que el Lizard se va aclarando con
rapidez con el paso del tiempo. El pájaro con pico claro, patas claras y uñas
claras frecuentemente tiene más cosas
claras. Los acoplamientos se deben hacer buscando un equilibrio entre las
buenas cualidades – un problema que no es de fácil solución. En la práctica, la
teoría de la concentración la resuelven los buenos criadores teniendo dos buenas
líneas en todos los aspectos, pero una
con unas escamas muy buenas y otra con un buen casco. De la unión de ambas obtienen
ejemplares de muy alta calidad. Pero como la experiencia ha mostrado que el
casco es la característica más variable e impredecible, nunca dude en emparejar
unos pájaros, que aunque sean deficientes en el casco, o incluso que no tengan casco,
si los buenos cascos se han producido en esa cepa. Una cara calva (cara con
plumas claras) aunque está conectada con el casco, es en realidad un estado
defectuoso de las plumas del cuerpo, generalmente acompañada de otros defectos,
y es indicativo de una disposición a que crezcan plumas claras en lugar de
oscuras. Estos pájaros no se deben utilizar para la reproducción a menos de que
haya otras muy buenas razones.