viernes, 31 de julio de 2015

LIZARD Y LONDON: dos razas, un único misterio.
Primera parte

        El Lizard es un canario cuyo origen es todavía un misterio. Es diferente de los canarios de color tanto en el aspecto físico como en el genético. Es diferente de los otros canarios de forma y posición, y entra dentro de esta categoría solo porque la belleza de su particularísimo diseño viene resaltada por las proporciones adecuadas de todas las partes de su cuerpo. Es diferente de los canarios de canto, en efecto, su canto se distancia del de otras razas de color y de forma o posición, es un poco más selvático y estridente, se podría decir que tiene una fuerza “ancestral”. Este canario está bien definido como un canario de “diseño”. Esta raza se ha extendido por media Europa, ha pasado por numerosas guerras, ha estado a punto de la extinción para recuperarse in extremis. Nadie sabe decir con certeza de donde procede, como ha sido seleccionado, que mutación le caracteriza, como se explica la particular distribución del color y del diseño en el plumaje que se manifiesta solo después de la primera muda. Su aspecto y su historia hacen que sea fascinante  a los ojos de muchos criadores. Hoy en día se cría muy bien aunque es dificilísimo obtener ejemplares perfectos para las exposiciones; el menor daño en las plumas quedará para siempre evidenciando una ligera decoloración en la melanina.
        Todavía hay una raza de canarios más misteriosa       , sobre la cual es difícil hacer hipótesis ya que está extinguida: el London Fancy. Las trazas que esta raza ha dejado han sido pocas, tan pocas que muchos dudan que haya existido.


 Algún dibujo realizado por algún criador o naturalista del pasado, alguna breve descripción, un ejemplar disecado en el Museo de Historia Natural de Liverpool son los únicos indicios sobre los que poder elaborar una teoría sobre su origen (hoy en día el London es ya una realidad, pues ha sido reconstruido. Nota del traductor).


 Siempre el London ha estado asociado al Lizard. Podemos pensar que los dos canarios más misteriosos  que conocemos estén de algún modo ligados por una estrecha parentela. De hecho se dice que las dos razas fueron regularmente cruzadas entre sí. Los pollos cuando salen del nido son de un aspecto totalmente similar y no se puede decir cual es un London y cual un Lizard. La única teoría acreditada hasta ahora sostiene que el London deriva del Lizard por una probable mutación que causaba la decoloración del cuerpo del Lizard en la muda, cosa plausible con la información que tenemos de las dos razas. El Lizard es genéticamente negro amarillo, la apariencia del color es diferente del correspondiente canario de color a causa de la diferente distribución de las melaninas en las plumas.  El London era amarillo con las alas y la cola negra, aparentemente como un manchado simétrico, pero yo tengo la fuerte sospecha de que genéticamente fuese negro amarillo, lo que implica que el subplumaje era negro.



        Examinemos ahora con atención lo que sucede al Lizard en la primera muda. A su nacimiento el Lizard tiene la piel oscura pero el plumaje claro, a pesar de que es melánico. Tiene un diseño similar al negro clásico, con estrías, y con el lipocromo que casi no se ve. Las alas y la cola son negras, las plumas grandes están a menudo bordeadas ligeramente con feomelanina. En la primera muda aparece el lipocromo en todo su esplendor. Las plumas del cuerpo les falta melanina en el borde, donde el amarillo se ve bien, mientras que alrededor del cálamo (el eje de la pluma) son negras. Esta es la causa del origen del diseño en escamas de esta raza. Por un efecto óptico los intensos aparecen verdes con reflejos dorados, mientras los nevados son de un bello gris brillante con una veladura amarillo verdosa en la cara, pecho, dorso y espaldina (parte baja de la espalda). Pico y patas son negros, como todo melánico. Hay que notar que la cola y las alas continúan siendo negras, pues estas plumas no cambian en la primera muda. Esta característica hay que tenerla presente, pues en la segunda muda, cuando también cambian las plumas de las alas y la cola, estas se decoloran, cambiando a gris con partes blancas sobre todo en los bordes.
  



        En los escritos del siglo 19 se dice que el London cuando abandona el nido su aspecto y color es idéntico al Lizard, de melaninas negras,  pero después de la primera muda la melanina desaparece dejando su sitio al amarillo lipocromo. Hay que subrayar que las alas y la cola como no se han cambiado permanecen siendo negras. En las mudas sucesivas este negro se pierde, tan es así que (siempre según los antiguos escritos) se dice que un viejo London se hace todo amarillo. La hipótesis que se desprende de tal evidencia considera al London como una mutación del Lizard, de carácter recesivo, que aumenta el efecto de pérdida de la melanina en las mudas hasta hacerla desaparecer del todo.
        Llegados a este punto debo decir que la información que tengo ha despertado al genetista que hay en mí (soy biólogo molecular y trabajo en genética). He comprobado que las primeras informaciones que tenemos sobre el Lizard eran muy insuficientes, y además tenemos muchas informaciones que vienen de un pasado muy lejano, lo que he tenido presente para formular las hipótesis sobre las dos razas. En primer lugar debo decir que la idea de que el London deriva de una mutación recesiva del Lizard no me satisface completamente. Todos los criadores saben que si se quiere eliminar del criadero un mutación dominante no deseada es facilísimo, basta con descartar los ejemplares que la tienen y por tanto la manifiestan. Pero si se desea eliminar un carácter recesivo la historia es diferente, larga, fatigosa y el éxito no está garantizado. Incluso después de varios años la característica no deseada puede volver a aparecer de improviso porque algún ejemplar la ha portado aunque no lo haya manifestado. Ahora, me pregunto, ¿si por tanto  tiempo las dos razas eran regularmente cruzadas por qué en ningún criadero de Lizards nunca ha aparecido un canario London o similar? Aunque se esté atento a la selección es “genéticamente” inconcebible que esta mutación (la del London) no aparezca nunca en más de 50 años y por lo tanto la extinción del London es incompatible con que su origen hubiese sido una mutación recesiva del Lizard. Asimismo no puedo considerar al London como un manchado simétrico particular, como muchos sostienen, porque si la coloración tan particular depende de la muda el color de la cola y de las alas sería siempre negro y no solamente en el primer año de vida.



Pasquale de Luca.
 Artículo aparecido en Italia Ornitológica mayo 2011.